Las empresas estadounidenses, desde los fabricantes de electrodomésticos a los proveedores de autopartes, se han unido para pedir cautela al presidente electo Donald Trump, que estudia poner fin a los acuerdos comerciales del país.
Su mensaje es que la mayoría de empleos manufactureros perdidos no va a volver, pero los altos costos para los consumidores sí podrían hacerlo.
Un ejemplo es la industria de las zapatillas, que fue una de las primeras en trasladarse a Asia por el costo mucho menor de producción en China y Vietnam.
Dos firmas como Nike Inc y New Balance Shoes Inc están enfrentadas sobre si Estados Unidos debería apoyar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por su sigla en inglés). No obstante, si Trump y el Congreso controlado por republicanos rechazan el acuerdo, tal y como se espera, ambas firmas y los analistas coinciden en que Asia mantendrá su dominio como centro manufacturero de la industria.
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