COLUMNA:Donald Trump está mal asesorado

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, así como sus funcionarios de la Casa Blanca, han estado externando diversas medidas proteccionistas que quisieran implementar en aras de “corregir” el desequilibrio comercial en bienes que tienen y que en los primeros once meses del año 2016 suma 680.572 miles de millones de dólares (mmdd), de acuerdo con el U.S. Bureau of Economic Analysis.

De acuerdo con datos de esta misma oficina, en los primeros once meses de 2016, el déficit comercial en bienes que registra Estados Unidos con México es de 58.799 mmdd, mientras que con Canadá su desequilibrio es de apenas 9.137 mmdd. Por su parte nuestro vecino del norte registra déficit comercial con la Unión Europea por 134.113 mmdd (y con Alemania en específico es de 59,556 mmdd), mientras que con los países de la costa del Pacífico es de 412.455 mmdd (de este total destacan China con el que registran un déficit de 319.282, con Japón es de 62.409 mmdd, y con Corea del Sur suma 26.468 mmdd), por mencionar sólo algunos. 

Con estas estadísticas queda claro que México es sólo “responsable” del 8.64% del desequilibrio comercial de Estados Unidos en benes, y no obstante lo anterior, Donald Trump ha arremetido contra nosotros como no lo ha hecho con otras naciones, incluida China, la cual es responsable del 47% del déficit comercial estadounidense.   

De acuerdo con una nota publicada por el periódico Financial Times, este elevado déficit comercial es lo que ha provocado que los Estados Unidos registraran en 2016 su tasa de crecimiento económico más bajo de los últimos cinco años, al haber crecido su PIB en tan sólo 1.6% (en 2015 aumentó 2.6%), lo que le ha dado a los republicanos y asesores de Trump más elementos para solicitar impuestos corporativos más bajos y línea dura en materia de comercio. 

¿Si México sólo es “responsable” del 8.64% del déficit comercial de bienes de Estados Unidos, porque nos culpan a nosotros del pobre desempeño económico de Estados Unidos? En primer lugar porque pareciera que Donald Trump prefiere echarse sus primeros “rounds de sombra” con nosotros antes de comenzar una guerra comercial con China, nación que posee 3.01 billones de dólares en reservas internacionales, y que por lo tanto tiene el poder para despedazar el dólar en el momento en que tome la decisión de deshacerse de éstas y cambiarlas por euros. 

Por otra parte, hace mucho ruido el que de acuerdo con un reporte de la oficina del U.S. Census Bureau, el déficit de la balanza comercial de mercancías de Estados Unidos acumulado en los 23 años de vigencia del TLCAN suma 986.532 mmdd, casi un billón de dólares, y en su pobre visión del comercio internacional muchos estadounidenses ven este dato como si fuera una transferencia neta de recursos de Estados Unidos hacía México, siendo que es producto del trabajo de empresarios y obreros mexicanos.  

Para hacer las cosas aún más escandalosas, hay quienes señalan que los Estados Unidos envían más dinero a México a través del déficit comercial resultante del comercio bilateral que lo que gastan anualmente en seguridad nacional a través del Department of Homeland Security.

Con este contexto, un aspecto que se debe destacar y que fue comentado ampliamente después de que el jueves 26 de enero saliera Sean Spicer, Secretario de Prensa de la Casa Blanca, a decir que Estados Unidos cobraría un arancel del 20% a todas las importaciones originarias de México, es que el contenido de insumos y partes estadounidenses en las exportaciones de México es de aproximadamente 40%. 

Esto significa que quien toma las decisiones y asesora a Donald Trump no sabe de economía y no conoce las complejidades del comercio exterior, ya que desde esa óptica el déficit comercial de Estados Unidos con México es considerablemente menor a los números fríos que se reportan en las estadísticas del U.S. Bureau of Economic Analysis.

A este respecto nuevamente surge la pregunta de porque Estados Unidos no se lanzó primero con una guerra comercial con China, ya que sus importaciones realizadas desde dicha nación contienen menos del 10% de partes estadounidenses, lo que indica que efectivamente el desequilibrio comercial con dicha nación asiática es al menos 10 veces más significativo que el que tiene con México.

El gobierno de los Estados Unidos ha señalado que la intención de cobrar el impuesto de 20% a las importaciones provenientes de México tiene el objetivo de pagar por la construcción del muro fronterizo que Trump prometió a sus electores. Muchos han dicho que si se implementa dicho impuesto quienes efectivamente acabarían pagando por el muro son los estadounidenses, ya que las importaciones originarias de México suman aproximadamente 300 mmdd anuales (273.254 mmdd en los primeros once meses de 2016), por lo que sin problemas se podría fondear. 

La realidad es más complicada que eso, ya que la carga fiscal del arancel propuesto del 20% dependerá de la elasticidad-precio de la demanda de cada producto. Es decir, si hay productos que tienen una demanda muy inelástica (poco sensible a alzas en los precios), entonces el impuesto será pagado por el consumidor estadounidense, pero si se exportan bienes con demanda muy elástica (muy sensible a cambios en el precio), entonces el impuesto será pagado por el productor mexicano. 

En este sentido, se equivocan aquellos que han dicho que a México no le pasará nada si Estados Unidos aumenta unilateralmente aranceles (violando las reglas del TLCAN y de la Organización Mundial de Comercio), ya que los precios más caros serán pagados por el consumidor estadounidense, ya que algunos productos mexicanos pueden ser efectivamente desplazados por productos importados de otras naciones (entre ellas de China), o inclusive, en algunos sectores por producción que efímeramente pudiera llevarse a cabo en Estados Unidos. Es fundamental entonces que en México se realcen los estudios para conocer la elasticidad-precio de nuestras exportaciones dirigidas a nuestro vecino del norte; sin embargo, de momento dejemos que los gringos sigan pensando que un arancel del 20% a México es una mala idea porque serían ellos quienes pagarían el impuesto y eventualmente el muro. 

Ahora, respecto a la otra medida proteccionista que se ha estado manejando en Estados Unidos, y a la cual se le denomina “Border Tax” o impuesto fronterizo, muchos en México no saben bien en qué consiste y de hecho lo confunden con un arancel, por lo que vale la pena explicar de manera general de qué se trata en este espacio.

El Border Tax debe ir aparejado a una reforma fiscal en Estados Unidos en la cual pasen del actual esquema de Impuesto Sobre la Renta o corporate tax, a uno que grave los flujos, así como en México tuvimos en Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU). Bajo este esquema las empresas de Estados Unidos podrán deducir de su base gravable las exportaciones que realicen, pero no podrían deducir ninguna importación. Esto de facto implica un subsidio a las exportaciones (al dejarlas de gravar) y significa un impuesto a las importaciones aunado al arancel que ya deben pagar. 

Bajo este esquema, el Border Tax es claramente violatorio de la OMC, ya que están prohibidos los subsidios a las exportaciones y significa una manera de incrementar los actuales aranceles estableciendo impuestos que dan un trato discriminatorio a los productos que vienen del exterior. 

El tema del Border Tax tiene a todas las naciones preocupadas, no sólo a México, y si se impusiera ocasionaría más cambios en los sistemas fiscales de otras naciones para adoptar sistemas similares al de Estados Unidos, y si esto sucede implicaría de facto la muerte de la OMC, ya que se violarían las reglas esenciales del comercio internacional.       


Sin duda este es un tema del cual se podría escribir mucho más. Pero por cuestiones de espacio, hasta aquí dejo mi comentario, esperando que las autoridades mexicanas sean capaces de encontrar el nivel de entendimiento necesario para que se logre una renegociación del TLCAN que ayude a México y a Estados Unidos. Por su parte, también es necesario que la comunidad internacional se una para evitar la imposición del Border Tax por las razones ya señaladas.

Director General GAEAP*
alejandro@gaeap.com
@alejandrogomezt

OFICINAS PROSPECTA

Blvd. Adolfo López Mateos 3401 Ote.
Fracc. Julián de Obregón
C.P.: 37290

León, Guanajuato, México

Tel. (477) 152 9000 ext. 9070 y 9071

LADA SIN COSTO

01 800 522 42 34
01 800 248 90 00

SÍGUENOS

© Todos los derechos reservados 2013. Adolfo López Mateos #3401 Fraccionamiento Julián de Obregón, 37290 León, Guanajuato - 01 477 152 9000