Los zapatos que acaba de sacar la firma Slowwalk cuentan con certificados de asociaciones como PETA y Animal Free, y son consecuencia de la constante evolución y transformación de este sector económico que tiene en Elche uno de sus principales centros de producción nacional.
Los consumidores ya no buscan sólo un zapato que esté a la moda, que siga la tendencia de turno o pertenezca a la colección de una marca famosa, sino que también se preocupan por el proceso de fabricación, los materiales utilizados y el respeto a los animales y el medio ambiente.
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