COLUMNA: México, el país más aplicado en aperturismo comercial.

El pasado miércoles 18 de abril, las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores Asia – Pacífico, Relaciones Exteriores, y Comercio y Fomento Industrial del Senado de la República aprobaron por mayoría el Acuerdo Integral y Progresivo Transpacífico (CPTPP) para que éste sea turnado, y en su caso aprobado por el pleno de dicho cuerpo legislativo; algo que muy probablemente sucederá el martes 24 de abril.

De esta manera, México está a punto de convertirse en el primer país, de los once que conforman el CPTPP, en aprobar dicho acuerdo comercial, sin haber realizado una verdadera consulta con la sociedad y con los sectores productivos. Es verdad que el pasado 11 de abril se realizó un foro en el Senado al que acudieron representantes de las industrias textil, vestido, calzado, carne de res, conservas alimenticias y cítricos, pero dicho evento quedó muy lejos de ser una consulta de la que se desprendieran compromisos de políticas públicas. De hecho, en la reunión de las Comisiones Unidas del Senado del 18 de abril, la senadora Dolores Padierna crítico la “falta de democracia” en México, al dejar fuera la opinión de muchos mexicanos que pudieron haber dicho algo importante respecto a este acuerdo, y criticó que ni Singapur, ni Brunei (que son casi dictaduras) han ratificado este acuerdo, mientras que México si lo hace.

Queda claro que muchos senadores tienen prisa de que el CPTPP se apruebe antes de que termine la actual legislatura, el 30 de abril. Esto porque tienen miedo de que la siguiente legislatura será mayoritariamente de izquierda y ésta seguramente no aprobaría un acuerdo internacional que pone en riesgo la existencia de la poca industria nacional que aún le queda a México. Es cierto que en México hay mucha industria manufacturera, pero en su mayoría ya es de capital extranjero. Con el CPTPP se pone en riesgo a las industrias del calzado, textil y vestido, las cuales están constituidas en su mayoría por empresas de capital mexicano, lo cual es positivo porque las utilidades que generan se reinvierten en el país y de hecho permiten la diversificación económica del país.

El querer aprobar el CPTPP por el pleno del Senado sin haber realizado todos los análisis que se requieren sobre los impactos que este acuerdo tendrá en la vida de millones de mexicanos es incorrecto. Inclusive porque muchos senadores no tienen la información completa respecto a la forma en que operará este acuerdo comercial. Se han dicho muchas cosas respecto a cómo este acuerdo beneficiará al país y que las industrias sensibles como las de calzado, textil y vestido no tienen nada que temer. Respecto a este último punto, a continuación explico varias cosas que se han dicho a los senadores que no son ciertas:

1. Se ha dicho que el CPTPP no acabará con la industria mexicana del sector textil-confección y cuero-calzado. A este respecto, se puede señalar que es verdad que estas industrias no se acabarán, pero si resultarán seriamente afectadas por las importaciones de Vietnam. Tenemos para el caso de calzado que desde 2014 las importaciones de Vietnam se han incrementado desplazando a China, esta tendencia se agravará debido a la reducción de aranceles derivada del CPTPP, pues este país enfrenta actualmente un arancel promedio ponderado de 24.08%, que en 5 años será de 14.01% y en 13 años cera 0%. Según diversas estimaciones, en un plazo de 5 a 10 años se perdería 40% del mercado interno para los fabricantes nacionales.

2. Se ha dicho que en materia de acceso al mercado mexicano, que se darán los suficientes espacios de ajuste a estos sectores ante la competencia. En el caso concreto de calzado con Vietnam y Malasia se negociaron plazos de 13 años para los productos más sensibles, así como el establecimiento de reglas de origen que incentivan la integración regional. Respecto a este punto, se debe señalar que en  realidad sólo 15 de las 59 fracciones arancelarias de calzado tienen plazos de desgravación a 13 años, y no significa que conservará el arancel actual durante los 13 años, en realidad la desgravación inicia en el año 1, por lo que la afectación será inmediata, en sólo 5 años el arancel promedio habrá bajado de 25.77% a 10.04%.

3. Se ha dicho que las reglas de origen aplicadas salvaguardan a la industria y que promueven las cadenas de suministro regionales. Esto es falso, y por el contrario, en el caso de calzado la regla de origen está diseñada para incentivar el uso de suministros externos a la región.  Esto significa que Vietnam podrá obtener el 100% de sus insumos de China (elásticos, sintéticos, pieles, telas, etc.), los procesa en Vietnam para convertirlos en zapatos y ya se considerará un zapato hecho en Vietnam. Esto representa la peor de las combinaciones para México porque entonces las fábricas mexicanas competirán con fábricas que trabajan con las materias primas más baratas del mundo (provenientes de China) y fabricarán zapatos con una mano de obra a la que se le pagan sueldos de miseria. Se debe señalar que China es el principal proveedor de insumos y materias primas de las fábricas de calzado en Vietnam. De acuerdo a Lefaso, la Asociación de Cuero, Calzado y Bolsas de Mano de Vietnam, el 55% de los insumos totales de su cadena de producción son importados, y en su mayoría son de China.

4. Se ha dicho que se definen compromisos para que las autoridades aduaneras de las Partes intercambien información y brinden asistencia que permita identificar e imponer sanciones a infracciones aduaneras, así como evitar la evasión de impuestos, contrabando y fraude. La realidad es que en estos “compromisos” no hay una obligación de proporcionar información, la obligación se limita en el texto de la regla a “esforzarse”, adicionalmente, no existe ninguna sanción para el incumplimiento de este “compromiso” de tal manera que: Vietnam puede asegurar que se esforzó para atender una solicitud, pero no entregar la información; y si Vietnam se rehúsa a cumplir con una solicitud, lo cual es casi seguro que suceda, no existe ningún mecanismo jurídico para obligarlo a cumplir. La experiencia nos muestra que en realidad este tipo de obligaciones generalmente son letra muerta, como ha sucedido con los acuerdos de cooperación aduanera entre México y Taiwán o entre México y la República Popular China.

5. Se ha dicho que en materia de subsidios y otro tipo de apoyos a las empresas fabricantes de calzado, textil y vestido en Vietnam, que no hay de qué preocuparse porque existe un capítulo de Empresas de Estado, el cual regula este tipo de empresas, y que se establecen disciplinas que impedirán que éstas incurran en prácticas desleales al comercio. A este respecto es muy importante señalar que este capítulo no es aplicable para las empresas propiedad del Estado y monopolios designados de países que no son Parte, como es el caso de la República Popular China. Al respecto, una enorme cantidad de fábricas de calzado en Vietnam son de propiedad, control y participación de Inversión Extranjera Directa de capital chino, en realidad son fábricas chinas instaladas en Vietnam, aprovechando su bajo costo de mano de obra, estas empresas son propiedad del Estado Chino; sin embargo, para estas empresas no aplican las disciplina del capítulo 17 del CPTPP porque China no es Parte del tratado, de esta manera, China puede exportar a Vietnam los subsidios que otorga a sus empresas, otorgar financiamientos blandos, y estas acciones no estarán controladas por el acuerdo.

Así como estos cinco puntos, podemos elaborar más respecto a cómo hay muchos mitos que pretenden minimizar el daño que el CPTPP hará a la industria nacional. Los senadores tomarán la semana que viene una decisión en base a ideas que les han dicho que no son del todo ciertas, y por lo tanto es muy importante que sepan cómo funciona el CPTPP y el impacto que tendrá en la industria nacional.

A juicio de muchos analistas, entre ellos Arnulfo R. Gómez, sin duda el CPTPP es un tratado en el que los mexicanos nada vamos a ganar. Señala que el modelo de aperturismo económico que se ha seguido desde 1994 no le ha servido al país y tan es así que desde ese año México ha registrado enormes retrocesos en todas sus variables económicas. Y para ilustrar esto menciona varios ejemplos:

•          Retrocedimos como economía mundial de la 9ª a la 15ª posición;

•          Nuestro PIB per cápita cayó del 43º al 73º lugar;

•          Como destino de la IED pasamos de la 4ª a la 18ª posición;

•          En materia de competitividad descendimos del 34º al 51º escalón; y

•          Nuestro valor agregado en la exportación mexicana se redujo del 59% al 38%, lo

•          que nos ubicada en el 30º lugar como exportador, en lugar del 13º que tanto cacarean nuestros altísimos funcionarios.

Arnulfo R. Gómez señala que esta es una situación deplorable que es resultado de una enorme irresponsabilidad, por lo que los senadores deben tomar en cuenta todas estas variables para actuar en función del bienestar de México, dejando a un lado los dogmatismos que han llevado a grandes núcleos de la población mexicana a una situación de pobreza que ya alcanza a más 60 millones de habitantes de nuestro país.

A manera de conclusión solo agregaría que el libre comercio es bueno, pero cuando se maneja de una manera inteligente. En México lamentablemente los funcionarios y teóricos del comercio exterior insisten en la ratificación del CPTPP, lo cual resulta increíble, sobre todo, cuando queda claro que no existen condiciones para que la planta productiva nacional trabaje en niveles de competitividad debido a las enormes deficiencias en el costo país que tenemos en México, situación que no permitirá enfrentar en muchas industrias nacionales a ninguno de los futuros socios de México en el CPTPP.

Director General GAEAP*
alejandro@gaeap.com
En Twitter: @alejandrogomezt

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