En la industria del calzado se produce un gran volumen de residuos de recortes de piel o de calzado no comercializable procedente de los muestrarios o de devoluciones de partidas de calzado que en muchas ocasiones acaban en los vertederos. Este residuo constituye un gran volumen de materia prima que no es aprovechado. Además, a estos volúmenes de residuos, hay que sumar los zapatos que se tiran al vertedero por parte del consumidor al fin de su vida útil, después del uso.
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