La competitividad en costos es un factor que a inicios de la globalización fue determinante para que los grandes inversionistas tomaran una decisión de invertir en ciertas regiones. En la medida que las condiciones de una región eran más favorables en cuanto a los costos globales de producción, se convertía en un polo para la atracción de inversiones, y por lo tanto, una ubicación geográfica idónea para el establecimiento de plantas manufactureras.
En la actualidad, los costos de producción que se generan en una región siguen siendo importantes para los inversionistas en la toma de decisiones. Sin embargo, existen otros factores que han surgido con el paso del tiempo y que de igual forma influyen en las decisiones de inversión de los grandes corporativos, o jugadores globales. Entre los principales factores, además de los costos de producción, han surgido otras variables relevantes en años recientes tales como: el ambiente de negocios, la fortaleza institucional, la aplicación del estado de derecho, la seguridad en la región, la calidad educativa, los incentivos públicos, entre otros.
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