De acuerdo con estimaciones del Fondo Monetario Internacional, el gasto público en México se irá reduciendo paulatinamente en los siguientes cinco años, por lo que para 2017 se ubicará entre los más bajos de los países latinoamericanos.
Además de los recortes al gasto público que se han anunciado, el gobierno podría ajustar aún más su presupuesto en los próximos años para cumplir su meta de consolidación fiscal, de acuerdo con estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En su informe Monitor Fiscal, el organismo calcula que en los siguientes cinco años el gasto público se irá reduciendo paulatinamente, pues del 25.8 por ciento del PIB esperado para 2016, se reducirá al 25 por ciento en 2017, para ajustarse nuevamente a la baja en 2018 y ubicarse en 24.6 por ciento del PIB.
Con estas proyecciones, el gasto público de México estará entre los más bajos de los países de Latinoamérica, comparado con el 41.2 por ciento de Brasil y el 27.5 por ciento de Chile para 2017, además de estar muy por debajo del promedio de las economías asiáticas y europeas.
En cuanto a los ingresos, éstos también se verán reducidos durante los próximos cinco años, ya que el FMI estima que serán de 22 por ciento del PIB en 2017, una disminución de 0.3 puntos porcentuales frente a los ingresos esperados para este año. Además, el Fondo espera que este nivel de ingresos se mantenga hasta el 2021.
Sobre las preocupaciones de que el lento crecimiento económico de México pudiera afectar a los ingresos fiscales, Vitor Gaspar, director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, aseguró que las condiciones macroeconómicas del país no son un motivo de inquietud.
“No vemos un problema en esa dimensión. Lo que vemos es una situación en la que el balance fiscal de México se reduce gradualmente desde el 4.1 por ciento que se registró que en 2015 al 2.5 por ciento en 2018, de acuerdo con nuestro pronóstico. En ese momento, la brecha del producto en México se cerrará, la deuda pública disminuirá y la economía crecerá a alrededor del 3 por ciento. El desempleo será relativamente bajo, menor al 4 por ciento”, agregó el funcionario en conferencia de prensa.
REPUNTARÁ DEUDA EN 2016
De acuerdo con las proyecciones del FMI, la deuda pública como porcentaje del PIB pasará del 54 por ciento en 2015 al 54.9 en 2016, el nivel más elevado desde que hay cifras disponibles, a partir de 1996.
Sin embargo, después iniciará una trayectoria a la baja, para colocarse en 54.5 por ciento en el 2018 y un 52.1 por ciento para 2021.
“Atribuimos gran importancia al hecho de que la relación deuda pública/PIB se reduzca gradualmente después de 2017” dijo Vitor Gaspar en el marco de las Reuniones de Primavera del organismo en Washington, Estados Unidos.
Recientemente el gobernador del Banco de México calculó que gracias al remanente de operación la deuda publica podría disminuir uno por ciento adicional a lo estimado por la Secretaría de Hacienda.
Clemente Ruíz Durán, catedrático de la Facultad de Economía de la UNAM, indicó que una tercera parte de los ingresos del gobierno federal provenían del crudo y con ello se podía pagar los compromisos adquiridos.
“Ante la caída de los precios del petróleo se presenta un problema de liquidez para la deuda de corto plazo y ante esta perspectiva es mejor liquidar la deuda a corto plazo que se tenía a efecto de no presionar a las finanzas públicas aún más”, dijo.
Explicó que la compra de dólares baratos y la venta a un mayor precio le dio una ganancia extraordinaria al banco central, que es lo que se reflejó en sus estados financieros anuales. Ante esta coyuntura se optó por liquidar deuda de corto plazo para evitar tener un mayor efecto negativo sobre el presupuesto de 2017.