Zara, Mango, Mercadona, Dia, Carrefour, Marypaz, Decathlon o Ikea. Nadie compra nada en Zara sino que va a Zara a comprar. En la era del retail, la marca ya no es sólo el producto, también es la tienda. A medida que el consumo ha ido sofisticándose, ha ido cambiando también la manera de vender: la oferta se ha segmentado y las tiendas han ido especializándose. Y a medida que la competencia ha ido aumentando, el comercio también ha buscado fórmulas para conquistar al consumidor, estableciendo cada vez vínculos emocionales más fuertes con él. En la actualidad, el comercio minorista se encuentra inmerso en una de sus mayores revoluciones provocada por el acceso masivo a la tecnología. De cómo se resuelva la tensión offline-online dependerá el próximo escenario del retail.
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