Una de las tendencias que se ha impuesto con relativa fuerza en los últimos años en el mundo del running ha sido, sin duda, el minimalismo. Llegó con mucha fuerza de Estados Unidos –como todo- y en poco tiempo las marcas se volcaron en este fenómeno. La idea es simple: correr de una forma mucho más “natural”, con el máximo de contacto con el suelo… y con lo mínimo de amortiguación y drop.
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