En la guerra de la moda deportiva, el visual merchandising se ha convertido en un jugador clave a la hora de captar a un cliente que tiene más oferta que nunca. A los operadores especializados, como Nike o Adidas, y las tiendas multimarca, se ha sumado en los últimos años las grandes cadenas, que han reforzado esta línea de negocio con colecciones especializadas. La primera diferencia entre este tipo de establecimientos y el resto de tiendas de moda es la forma de comprar. “Es lo que se denomina la compra masculina: en general, el cliente quiere comprar rápido y tener toda la información a su alcance para poder valorar los productos”, explica Andreu March, experto en visual merchandising y que ha trabajado para compañías del sector como The North Face.
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